Que el fuego ilumine nuestros pensamientos,
que los haga verdaderos, buenos y justos.
Que nos impida resignarnos con menos.
Que el fuego ilumine nuestra mirada.
Que nos abra los ojos al placer de
compartir todo lo bueno de la vida.
compartir todo lo bueno de la vida.
Rogamos al fuego que nos aleje de aquello
que no nos pertenece por derecho.
que no nos pertenece por derecho.
Que el fuego caldee nuestros labios,
para que podamos decir la verdad con palabras
amables que sirvan y estimulen a otros.
amables que sirvan y estimulen a otros.
Que el fuego habita en nuestros oídos,
para que podamos escuchar de verdad, para
que podamos oír el rumor del agua
que podamos oír el rumor del agua
y toda la Creación y el Ensueño.
Que nos proteja de las habladurías y de todo
aquello que pueda hacernos daño
aquello que pueda hacernos daño
y causar el quebranto de nuestra familia.
Que el fuego habite en nuestros brazos y manos
para que podamos ser útiles y construir el amor.
Que el fuego habite en todo nuestro ser,
en nuestras piernas y pies,
para que podamos caminar sobre la tierra
con reverencia y respeto,
para que podamos caminar sobre la tierra
con reverencia y respeto,
para que podamos avanzar
por la senda del bien y la verdad,
sabiéndonos a salvo de apartarnos
de aquello que es verdadero.
por la senda del bien y la verdad,
sabiéndonos a salvo de apartarnos
de aquello que es verdadero.
(Del libro , Mensaje desde la Eternidad de Marlo Morgan)