El 2013 será un año muy intenso, tal vez demasiado. Y sobre todo
en lo que respecta a las relaciones, ya que el 6 -que surge de suma de los 4
dígitos del año-, representa al planeta Venus, al amor, la pareja, los afectos,
pero también rige sobre relaciones de todo tipo, la sociedad, la comunidad y
los contactos internacionales.
Llegamos a un año cuya vibración es seis (6), un número que
expresa actividad y abundancia, al tiempo que poder y decisión. Sobre estos
pilares podremos construir nuevas realidades, pero el esfuerzo que nos piden
los números es más colectivo que individual. Si bien cada experiencia es única
e intransferible, ha llegado el momento de apostar por la unión en aras de
conseguir que las cosas mejoren. Urge cambiar de mentalidad, para pensar más en
lo que nos afecta a todos por encima de lo estrictamente personal. El planeta
reclama nuestra implicación más viva y coherente o nos dará serios toques de
atención.
Por otra parte, puede ser un año de recuperación de valores,
de afectos, de situaciones que apuntaban a la devastación y que gracias a la
toma de conciencia y a la rectificación se salvan en el último momento, tanto
en el ámbito sentimental como en el profesional o económico. Surgirán nuevas fórmulas
acerca de cómo se puede generar optimismo, pero desde el convencimiento de que
si todos arrimamos el hombro y construimos positivamente llegaremos a edificar
algo mucho más sólido.
Hay dos formas de abordar este número.
La primera de ellas consiste en fraccionar los cuatro
dígitos en dos pares de números formados por dos cifras, como pueden ser el
número 20 y el número 13.
De ser así tenemos que decir que el 20 es el número
para la primera parte del año, es el número del despertar (aunque también es el
número del juicio), simbolizado por un ángel en lo alto tocando su trompeta
mientras que en la tierra un niño junto a su madre juntan sus manos en actitud
de oración. Se habla de mucha energía y entusiasmo para dicho año 2013, lástima
que el idealismo a veces no nos alcance para cubrir todas nuestras necesidades.
Tal vez una ola de espiritualidad venga durante este
periodo, acaso la gente siente la necesidad de volver a los principios y las
búsquedas. El Número 20 está regido por la luna.
Para la segunda mitad del año tendríamos vigente el 13, el
número de la regeneración y el cambio, el número de la agitación,
correspondiente al centro de la cruz y de la estrella de David. El Número 13
nos habla de adaptación y corre el riesgo de dominios egoístas lastimando
multitudes. Al número 13 se le asocia el signo zodiacal de Aries, pudiendo ser
un número lunar maléfico que trae consigo cataclismos, genialidades y muerte.
En el tarot el 13 corresponde a la carta de la muerte.
La segunda forma de considerar el 2013 desde la numerología
consiste en sumar sus dígitos hasta reducirlos a uno solo, lo que nos daría
2+0+1+3=6. El 6 es un número yin, impregnado de amor y cariño, que potencia al
elemento metal, incluyendo los bienes y riquezas. Venus brilla en estas
latitudes aunque también lo hace la luna.
Pero el 2013 y su asociación numérica con el 6 esconde delicados
asuntos con agricultores, granjeros y alimentos (¿alguna conexión con la sequía
en varios países?); pero también tiene nexos con políticos, cocineros,
contadores.
El 6 es el número de la responsabilidad, nos muestra que
nosotros somos los únicos responsables de nuestras propias vidas y que tenemos
una gran capacidad de concretar lo que nuestra mente proyecta.
En el horóscopo occidental el 6 es el número de Tauro, virgo
y libra. Es un número armónico y agradable que rige la música y el arte. De
acuerdo con esto el año 2013, según la numerología nos servirá de preparación
para los grandes logros que se avecinan un año más tarde.
Será el 2013 un año de reconciliación, creatividad
intelectual y puesta en orden de tanto caos circundante.
Las enfermedades más frecuentes en este año serán las del
corazón, la garganta, la nariz, el pecho, los pulmones, los riñones y la vejiga.
(c) Iksha
(c) Iksha