jueves, 26 de abril de 2012

Un poema de Mario Benedetti

Corazón coraza

Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busqué y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no.

Cita bibliográfica:

Mario Benedetti (Paso de los Toros, 14 de septiembre de 1.920- Montevideo, 2.009), fue un dramaturgo y poeta uruguayo, integrante de la conocida como Generación del 45“Corazón coraza” pertenece al libro de poemas “Noción de patria” (1962-1963).

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miércoles, 25 de abril de 2012

SINCRONICIDAD - Una definición -




El término (sin-, del griego συν-, unión, y χρόνος, tiempo)  “SINCRONICIDAD” fue acuñado por Carl G. Jung y el premio Nobel de física Wolfgang Pauli.


A Pauli le atraía el asunto porque se sentía perseguido por singulares coincidencias, sucesos que sus colegas, malignamente, denominaban “efecto Pauli”.     Pauli, físico más bien teórico que experimental, pasaba poco tiempo en laboratorios, pero cuando lo hacía, acontecían inexplicables roturas de aparatos o imprevistas averías de instrumentos. 

Estos sucesos ocurrían con mayor frecuencia de lo que la mera casualidad podía explicar. Ni siquiera tenía que suceder el incidente junto a él, bastaba con que estuviera presente a diez o veinte metros. Jung y Pauli concluyeron que existían dos clases de principios de conexión en la naturaleza. 


El primero era la causalidad ordinaria, lo que la ciencia normalmente estudia. Esta causalidad se estructura de forma lineal: si A causa B, entonces para que se dé B, debe ocurrir primero A. El otro principio de conexión era el a-causal. Este principio fue denominado por Jung y Pauli “sincronicidad” porque asumieron que, contrariamente al principio de causalidad, los acontecimientos a-causales se estructuraban en el espacio y no necesitaban para relacionarse el concurso del tiempo. O lo que es lo mismo: la sincronicidad admite que dos hechos se relacionen simultáneamente. Su lógica, si de lógica puede hablarse, es la lógica de la psique profunda, la lógica que sólo se halla en los sueños y en los mitos.



Cierto día, en Zurich, analizando Jung con una paciente un sueño de ésta última, y que se relacionaba con el regalo de un escarabajo de oro, algo golpeó en la ventana de su gabinete. Jung fue a ver qué era y al abrir la ventana penetró en el cuarto un escarabajo, un scarabeide cetonia aurata, lo más próximo a un escarabajo de oro que puede encontrarse en nuestras latitudes, especie emparentada con el mítico escarabajo de oro egipcio motivo de los sueños de su paciente y objeto de las actuales reflexiones del psicólogo..
La sincronicidad, denominado por la mayoría de las personas como “casualidades” es el principio que rige esa serie de circunstancias y acontecimientos que nos pasan en el momento justo, en el lugar idóneo, en la situación perfecta.


Cuando sin saber porque las cosas nos llegan cuando las necesitamos, nos encontramos con alguien que nos resuelve un problema cuando acabamos de pensar en el, o aparece la puerta abierta perfecta para el siguiente paso tras haber completado el anterior, eso es la sincronicidad. La sucesión de acontecimientos sincronizados en pos de un objetivo marcado, consciente o inconsciente, que tachamos de casualidades porque nos sorprende que todo este ocurriendo de forma tan perfecta y lineal.



Ejemplos de sincronicidad


La sucesión de acontecimientos que llegan a nosotros en el momento en que necesitamos que lleguen es infinita. Si estamos dándole vueltas a un tema que nos preocupa y de repente un amigo nos deja un libro de forma totalmente espontánea que nos proporciona la información buscada, si queremos conseguir un determinado objeto y oyes una conversación entre dos personas hablando de la tienda en la que acaban de traerlo, si resulta que estamos pensando secretamente en cambiar de trabajo y un compañero comenta que ha oído que en la empresa tal buscan alguien, etc. Todo aquello que marcamos como casualidad forma parte del mundo de la sincronicidad.

¿Como funciona?

La sincronicidad tiene analogía con el funcionamiento de la ley de la atracción. Como decía Paulo Coelho en su libro El Alquimista: “cuando deseas algo, todo el universo conspira para que lo consigas“. 

Puedes preguntarte:

¿Has experimentado alguna vez el placer de encontrar a la persona exacta que necesitabas aparecida de la nada?,¿o recibiste la llamada de alguien del pasado de la que apenas unas horas antes te habías acordado sin motivo aparente?, ¿o ese libro que encontraste al azar que responde a la duda que te tenía bloqueado?. La sincronicidad nos representa en el plano físico la idea o solución que mora en la mente de la manera más fácil y sin apenas esfuerzo. Se trata de vivir el mayor tiempo posible en ese “fluir” que hace que la vida parezca una aventura permanente, un viaje de descubrimiento constante sobre uno mismo, sobre los demás y el universo. Decir sincronicidad es lo mismo que decir magia.

(c) Iksha