Los cuatro elementos
La clave de tu personalidad
La Astrología es una herramienta de autoconocimiento y
desarrollo de la personalidad, además de aportar una cosmovisión de la vida
como unión de la energía del Cielo y la Tierra.
La Astrología es un lenguaje de la energía cósmica, del
ambiente del cual somos parte. La lectura del Cielo, de los planetas, las estrellas,
los astros, y todo el movimiento que llega desde el Universo hacia nuestro
Planeta Tierra, nos ayuda a conocer de qué manera estos factores influyen y
modelan la energía de nuestra alma.
Sabemos que la unidad del Hombre y del Universo, y la
totalidad y coherencia de la vida, se basa en la correlación energética del
Microcosmos – Macrocosmos: el Universo entero es un sistema total, y dentro de
la gran totalidad hay totalidades menores, como el Hombre. Bajo esta mirada,
estudiando los ciclos y pautas de la totalidad mayor -del Universo-, podemos
aprender acerca de los ciclos y pautas del Hombre mismo. Es decir, estudiando
la energía del Universo descubrimos la energía del Ser Humano.
En este sentido, la Astrología nos permite conocer y
describir la experiencia y unicidad del Ser Humano: porque somos hijos del
Cielo y de la Tierra, y el Universo se manifiesta adentro nuestro; somos
energía que fluye y se exterioriza a través de nuestra conciencia y de nuestra
personalidad.
“Como es arriba es abajo, como es adentro es afuera”
La Carta Natal es un mapa simbólico de la psique humana
individual. Estudiándola conocemos la energía que estaba presente entre el
Cielo y la Tierra en el momento de nacimiento, el ADN cósmico. Comprendiendo la
Carta Natal, podemos descubrir la naturaleza de la semilla innata del Ser
Humano, y delinear caminos para crecer y potenciar el desarrollo y evolución.
En este sentido, trabajamos con la Astrología Psicológica
para conocer nuestra esencia natural como seres humanos y la dinámica de
nuestra psique.
Desarrollar esta mirada interior desde la cosmovisión
astrológica, a través del conocimiento de nuestra propia Carta Natal, nos
permite comprender cómo esa energía nuestra innata se manifiesta a través
nuestro, de nuestra alma y personalidad, nuestras pautas y patrones de
conducta, para darnos cuenta cómo fluye –o se bloquea- esa energía en las
diferentes fases y escenarios de nuestra vida.
Desde este enfoque, claramente la Astrología es una
herramienta puramente psicológica, que nos ayuda a desarrollar el potencial de
crecimiento de cada persona individual y generar confianza en la totalidad.
¿Por dónde empezamos? Los Cuatro Elementos
El Fuego, la Tierra, el Aire y el Agua son los cuatro
elementos de la naturaleza, y componen todas las estructuras materiales y
tonalidades orgánicas que hay entre el Cielo y la Tierra.
Nosotros, como seres vivos, estamos también compuestos por
estos cuatro elementos y conocer cómo se manifiestan en nuestra experiencia de
vida es el punto de partida para conocer nuestra energía de base.
¿Cómo se manifiestan en nuestro Ser?
El conocido psicólogo suizo y antiguo discípulo de Freud,
Carl Gustav Jung (1875-1961), fundador de la Psicología Analítica, ha
reconocido a la Astrología como un saber íntimamente ligado a la psique humana,
afirmando que “la Astrología representa la suma de todo el conocimiento
psicológico de la antigüedad”.
Una de las bases fundamentales para la psicología junguiana
es la categorización de las personas en cuatro tipos psicológicos. De acuerdo a
su teoría, el consciente conoce cuatro modos principales de percepción, los
cuales se expresan de manera diferente en cada individuo. Son las Cuatro
Funciones de la Conciencia: la Intuición, la Sensación, el Pensamiento y el
Sentimiento.
Por supuesto que las cuatro no son igualmente fuertes en
cada individuo. Una función domina, mientras que las otras tienden a estar
“subdesarrolladas”. Para poder volverse una totalidad, debemos desarrollar las
cuatro funciones de conciencia, un trabajo profundo y consciente en pos del
desarrollo de la personalidad.
-El Fuego se manifiesta a través de la Intuición.
-La Tierra a través de la Sensación.
-El Aire a través del Pensamiento.
-El Agua a través de los Sentimientos.
Teniendo esto en cuenta, el primer análisis astrológico de
la personalidad deriva del balance de elementos en su Carta Natal. Por ejemplo,
si una persona tiene una predominancia del elemento Aire en su Carta Natal, su
conciencia tiende a utilizar a la mente y al pensamiento como principal modo de
percepción del mundo y la vida; con lo cual seguramente tienda a evadir los
sentimientos pretendiendo controlar con la mente su mundo emocional.
Otro ejemplo: si en
la Carta Natal de una persona hay una predominancia fuerte del elemento
Agua, el sentimiento será su función psíquica predominante y, por ende, tenderá
a emocionalizar todo, incluso lo relativo a cuestiones laborales o
profesionales, todo es emotividad porque esa es la principal lente o modo de
percibir el mundo y la vida.
Luego de este balance de elementos, entramos en la matriz
del Zodíaco en la Carta Natal, que es una pauta energética más específica.
Fuego: Aries, Leo y Sagitario.
Energía radiante universal, energía que es excitable,
entusiasta y luminosa. Dinamismo, espontaneidad, y una experiencia centrada en
la identidad personal y espiritual. Los signos de Fuego dirigen su energía
conscientemente hacia su propia voluntad de ser y de expresión libre.
Tierra: Tauro, Virgo y Capricornio.
Energía centrada en los sentidos físicos y la realidad del
aquí y ahora del mundo materialmente perceptible. Armonización con el mundo de
las formas, de las estructuras visibles. Resistencia y persistencia, energía de
preservación y conservación. Protección, estabilidad y seguridad. Los signos de Tierra concretan, son
confiables, estables y cautelosos.
Aire: Géminis, Libra y Acuario.
Energía vital que se asocia con la respiración, las ideas
arquetípicas detrás del mundo físico, la energía cósmica concretada dentro de
las pautas específicas del pensamiento. Los signos de Aire enfocan su energía
en el mundo de las ideas específicas que no se materializaron aún, la teoría,
las palabras, los vínculos y el pensamiento abstracto.
Agua: Cáncer, Escorpio y Piscis.
Energía intangible, reino de la emoción profunda y de las
respuestas sentimentales. Intuición y sensibilidad psíquica. Los signos de Agua
están en contacto con el inconsciente y con la unidad de toda la creación, la
empatía hacia los demás está muy presente, como así también su vulnerabilidad.
El elemento Agua corresponde al proceso de ganar consciencia a través de una
comprensión lenta pero segura de los más hondos anhelos del alma.
Artículo de Carolina Goldsman para suplemento Clarín Digital
- “Entre Mujeres” del 25.06.13